El poder de las palabras

 Que poderosas son las palabras, nos inspiran cosas que talvez jamás hubiéramos imaginado. Una sola de ellas puede producirnos alegrías inmensas, cuestionamientos trascendentales y sufrimientos de lo mas terribles. Pero al final del día son solo eso, palabras. Su verdadero significado, su peso, realmente se lo damos nosotros. Solo nosotros les dejamos producir huella en nuestro cuerpo, nuestra mente o nuestra alma.
Una palabra por si sola probablemente  no tenga el mismo peso que cuando esta acompañada. Por que es definitivo, que cuando decimos Amor, en realidad no es mas que una idea utópica. Pero la verdad se ve cuando la acompañamos, porque me ama, porque no me ama,¿ por qué me ama?. Recién allí es cuando ellas pueden hacernos daño, o darnos felicidad, solo así realmente logramos comprender que conlleva una palabra.
Aveces no nos damos cuenta de lo mal que las usamos, por que herimos con facilidad a otros con ellas, y nos hieren también.
Hacemos tal abuso de ellas que hasta terminamos cambiándoles el significado. Que boluda pase de ser un insulto a tratarse de una expresión de cariño a veces me sorprende, y no es por que yo no lo haga, también soy humana.
La palabras son tan fuertes que pueden destruirnos, o puedes directamente quitarles el poder de hacerlo. Yo termine haciendo eso sin querer, repetir hasta el cansancio aquella que a mi alrededor era tabú, esa de la que todos quieran protegerme, pero que aún así logró golpearme dos veces en casi nada de tiempo.
Tanto la dije y tanto intentaron ocultarla, que al final ya no significó nada para mi. Hoy puedo decirla sin sentir nada, sin que me lastime o me pese. Hoy puedo decir que la palabra Cáncer no me daña como lo hace a los demás, porque su significado y lo que conlleva se a evaporado de tanto decirla, ya solo es un ruido de fondo que no encaja en la ecuación de sonidos a mi alrededor.
A las dos personas mas importantes de mi vida les a golpeado al mismo tiempo esta estúpida palabra. Pero a mi ya no me daña, soy simplemente indiferente a ella, por que no voy a dejar que ella me gane.
Hoy la palabra Cáncer no tiene cabida en mi, pero de la única que aun no me he logrado librar es el Sufrimiento que la anterior conlleva y que puedo notar en ellos dos.
Maldito Sufrimiento, voy a repetirte hasta el cansancio, así tal vez pronto tu también desaparezcas y dejes de hacerme daño.

Que irónico, las palabras me hacen tanto daño y aun así son a la vez mi único refugio.


En fin, perdonen la verborragia sentimental, y no me hagan caso, jeje